Revue Romane, Bind 14 (1979) 2

Construcciones comparativas en espanol

por

Otto Prytz

Introduction

En la primera parte de este trabajo identifico los elementos necesarios
para establecer una comparaciôn. Luego examino algunas frases en que el
cuantificador comparativo (mas, menos, tanto)

1) modifîca un adjetivo predicativo (para la terminologïa véase apartado
1),

2) modifîca un adjetivo que détermina un sustantivo,
3) modifîca un sustantivo,

4) no modifîca ninguna palabra mas que posiblemente el predicado verbal,

5) modifîca un adverbio.

Partiendo de la hipôtesis de que las construcciones comparativas son
casos de subordinaciôn y no de coordinaciôn, discuto los ejemplos tratados
por Alarcosl y algunos puntos de vista del mismo.

La segunda parte del estudio esta dedicada a las frases en las que el Uamado segundo término de la comparaciôn (término subordinado de la comparaciôn, en mi terminologïa) contiene un verbo, es decir, constituye una oraciôn relativa. En estos casos, la partïcula introductora del término subordinado de una comparaciôn de superioridad o de inferioridad, es unas veces que, otras veces de. Examino algunas frases de este tipo, y el resultado del examen lo sintetizo en una régla para el empleo de una y otra partïcula. En ese anâlisis, me ocupo poco de las comparaciones de igualdad, que ofrecen problemas especiales. Finalmente, pruebo la validez de la régla mediante un anâlisis de control.

1: Estudios de Gramâtica Funcional del Espanol de Emilio Alarcos Llorach (Madrid 1972).

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1: Definiciones y aclaraciones terminológicas

Utilizo generalmente una terminología tradicional. Así, los términos sujeto, complemento directo y complemento indirecto se utilizan en su sentido tradicional. Aquellos complementos circunstanciales (según la terminología tradicional) que tienen función adverbial - los aditamentos en la terminología de Alarcos - los llamo complementos adverbiales, tengan la estructura que tengan.

Cualquier adjetivo que, según la terminología tradicional, califique o determine un sustantivo, es para mí determinante o modificador del sustantivo. Se suele decir también que es atributo. Atributo se llama también, en la terminología de algunos lingüistas, la parte que lleva la carga semántica en el predicado de las oraciones atributivas, es decir, en las oraciones con verbo copulativo. Para evitar esta lamentable confusión, a ese elemento lo llamo predicativo, de acuerdo con la terminología centroeuropea. Tengo plena conciencia de otro riesgo de confusión que ofrece esta terminología, ya que el predicativo será un elemento que aparece en las oraciones atributivas, pero que normalmente no aparece en las predicativas.

Para establecer una comparación, hacen falta dos elementos distintos, los términos de la comparación. El llamado segundo término de la comparación no es difícil de localizar por análisis sintáctico, ya que suele ser lo que sigue a la llamada conjunción comparativa {que ode en las comparaciones de superioridad e inferioridad, como en las de igualdad). Más difícil es localizar el primer término de la comparación por procedimientos similares. En Pilar es más alta que su padre, el primer término, o sea, lo que se compara con su padre, es Pilar, el sujeto. En Pilar es más alta que antes, tenemos que buscar un primer término que se compare con antes. Un término así no figura en la frase, pero podemos sobrentender un ahora, complemento adverbial de tiempo. En Pilar es más alta que fuerte, el primer término debe ser alta, el predicativo, que es lo que se compara con fuerte. En este trabajo, pues, por términos de la comparación se entienden los elementos distintos en que se compara algo, sin consideración a su función gramatical.

Definidos así los términos de la comparación, hace falta otra denominacióndel elemento oracional que tradicionalmente se viene llamando segundotérmino de la comparación. Hay que buscar un término que se aplique a la función gramatical de su padre, antes y fuerte, en los tres ejemplos anteriores. Se puede eliminar este elemento y la conjunción

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comparativa que, y nos quedamos con Pilar es más alta en los tres casos. Que su padre, que antes y que fuerte son dependientes de más alta, pero más alta aparece independientemente de si sigue otro elemento2. Que es una partícula subordinante, y a lo que le sigue, lo llamo, a falta de mejor denominación, término subordinado de la comparación.

En los tres ejemplos, lascomparaciones son más alta que su padre, más alta que antes y más alta que fuerte, respectivamente, y tienen en los tres casos función de predicativo. Una comparación se inicia por un cuantificador comparativo (más, menos, tanto), que modifica el núcleo de la comparación. Este puede ser un adjetivo, como en Juan escribe cartas más aburridas que María; puede ser un adverbio, como en Juan escribe cartas más frecuentemente que María ; puede ser un sustantivo, como en Juan escribe más cartas que María ; y puede ser 0 (cero), como en Juan escribe más que María. Si la comparación tiene término subordinado, éste va encabezado por una.partícula comparativa, que puede serque, de o como, según los casos.

Volviendo a examinar los elementos necesarios para establecer una comparación, nos encontramos con que los dos términos deben tener un rasgo en común, que es lo que se compara en ellos. En Pilar es más alta que su padre, este rasgo es alta, que se verifica en desigual grado en Pilar y en su padre. En Pilar es tan alta como su padre, este rasgo se verifica en igual grado en los dos. Este rasgo lo denomino rasgo comparado.

Además del rasgo comparado, puede haber en los dos términos elementos comunes, pero no comparados. En Juan escribe cartas más frecuentemente que María, los términos son Juan y María, yel rasgo comparado es la frecuencia. Pero escribe cartas es común a los dos, sin ser objeto de comparación. A estos elementos los llamo fondo común.

2: Análisis de frases comparativas

En este apartado estudiaremos algunas frases comparativas. Indicaremos en cada caso la función sintáctica de toda la comparación, identificaremos después los términos, y señalaremos la función sintáctica del primero. Determinaremos luego el rasgo comparado, y por último mencionaremos el fondo común en aquellos casos en que lo haya.



2: Para una discusión ulterior, véase apartado 3.

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2.1. El núcleo de la comparación es un adjetivo predicativo

En las frases que se dan a continuación, toda la comparación funciona
como predicativo.

(1) Pilar es más alta que su padre.

Términos: Pilar, su padre (sujeto). Rasgo comparado: alta (grado de
altura).

(2) Pilar es más alta que antes.

Términos: ahora (sobrentendido), antes (complemento adverbial de
tiempo). Rasgo comparado: grado de altura. Fondo común: Pilar.

(3) Pilar es más alta que fuerte.

Términos: alta, fuerte (predicativo). Rasgo comparado: grado. Fondo
común: Pilar.

Vemos que cuando el primer término de la comparación es idéntico al
núcleo de la comparación, el rasgo comparado se reduce a la noción de
grado.

2.2. El núcleo de la comparación es un adjetivo determinante de un sustantivo

En las frases que se estudian en este párrafo, toda la comparación funciona
como determinante del complemento directo.

(4) Juan escribe cartas más aburridas que María.

Términos: Juan, María (sujeto). Rasgo comparado: grado de aburrimiento.
Fondo común: escribe cartas.

(5) Juan escribe cartas más aburridas que antes.

Términos: ahora (sobrentendido), antes (complemento adverbial de
tiempo). Rasgo comparado: grado de aburrimiento. Fondo común: Juan
escribe cartas.

(6) Juan escribe cartas más aburridas a su novia que a su madre.
Términos: a su novia, a su madre (complemento indirecto). Rasgo comparado:
grado de aburrimiento. Fondo común: Juan escribe cartas.

Materialmente, los términos de estas tres comparaciones son cartas. En4, las cartas que escribe Juan se comparan conlas cartas que escribe María. En 5, los términos son las cartas que Juan escribe ahora y las cartas que Juan escribía antes ; y en 6, son las cartas que Juan escribe a su novia y las cartas que Juan escribe a su madre. Vistos así, los ejemplos 4-6 se asemejan a 1, donde la comparación funcionaba como predicativo y el primer término era el sujeto. Es posible que la descripción sea más fácil si

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transformamos a la estructura de oración atributiva toda comparación en
que el núcleo de la comparación sea un adjetivo. Veamos más ejemplos:

(7) Juan escribe cartas más aburridas a su novia que ella a él.
Términos: Juan a su novia, ella a él (sujeto, complemento indirecto).
Rasgo comparado: grado de aburrimiento. Fondo común: escribe cartas.

Transformado a estructura atributiva:

(7') Las cartas que Juan escribe asu novia son mâs aburridas que
las cartas que ella le escribe a él.

Términos: Las cartas que Juan escribe a su novia, las cartas que ella le
escribe a él (sujeto). Rasgo comparado: grado de aburrimiento.

(8) Juan escribe cartas más aburridas que un tratado filosófico.
Términos: cartas, un tratado filosófico (complemento directo). Rasgo
comparado: grado de aburrimiento.

Juan escribe cae fuera del análisis, puesto que no es común a cartas y un tratado filosófico. Para el análisis parece más satisfactorio transformar esta frase a una oración atributiva, asemejando así la estructura gramatical a la realidad semántica:

(8') Las cartas que escribe Juan son mâs aburridas que un tratado
filosôfico.

Términos: las cartas que escribe Juan, un tratado filosófico (sujeto).
Rasgo comparado: grado de aburrimiento.

(9) Juan escribe cartas más aburridas que informativas.

Términos: aburridas, informativas (determinante del complemento directo).
Rasgo comparado: grado. Fondo común: Juan escribe cartas.

Como el fondo común en esta frase es todo lo que precede al cuantificador comparativo, la transformación a estructura atributiva no simplifica el análisis. La única diferencia es que en Las cartas que escribe Juan son más aburridas que informativas, el fondo común es las cartas que escribe Juan en vez de Juan escribe cartas.

Otra vez vemos que cuando el primer término de la comparación es
idéntico al núcleo, el rasgo comparado se reduce a la noción de grado.

2.3. El núcleo de la comparación es un sustantivo

Pasamos ahora a estudiar algunas frases en que la función de la comparación
es la de complemento directo.

(10) Juan escribe más cartas que María.

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Términos: Juan, María (sujeto). Rasgo comparado: cantidad de cartas.
Fondo común: escribe.

(11) Juan escribe más cartas que antes.

Términos: ahora (sobrentendido), antes (complemento adverbial de
tiempo). Rasgo comparado: cantidad de cartas. Fondo común: Juan escribe

(12) Juan escribe más cartas a su madre que a su novia.

Términos: a su madre, a su novia (complemento indirecto). Rasgo comparado:
cantidad de cartas. Fondo común: Juan escribe.

(13) Juan escribe más cartas que postales.

Términos: cartas, postales (complemento directo). Rasgo comparado:
cantidad. Fondo común: Juan escribe.

(14) Juan escribe más cartas aburridas que interesantes.

Términos: cartas aburridas, cartas interesantes (complemento directo).
Rasgo comparado: cantidad. Fondo común: Juan escribe.

Aunque en 13 el término subordinado de la comparación equivale al núcleo del complemento directo, mientras que en 14 equivale a su determinante, los términos de la comparación son en ambos casos todo el complemento directo, puesto que las cartas aburridas son distintas de las cartas interesantes. Así pues, 13 y 14 vienen a ser ejemplos del mismo fenómeno: El primer término de la comparación es idéntico al núcleo, y el rasgo comparado se reduce, por lo tanto, a la noción de cantidad, que en los sustantivos de significación concreta equivale a la noción de grado en los sustantivos abstractos y en los adjetivos.

(15) Juan escribe más cartas que recibe.

Términos: escribe, recibe (núcleo del predicado). Rasgo comparado: cantidad
de cartas. Fondo común: Juan.

2.4. La comparación no tiene núcleo expreso

Hasta ahora hemos estudiado frases en que el cuantifícador comparativo modifica un adjetivo o un sustantivo. Pero también puede modificar el verbo. Entonces se considera generalmente como adverbio, pero en algunos contextos también es posible considerarlo como sustantivo, por ejemplo cuando funciona como complemento directo. Estas dos interpretaciones son posibles en los ejemplos que siguen.

(16) Juan escribe más que María.

Términos: Juan, María (sujeto). Rasgo comparado: la cantidad escrita
(adverbio) o lo escrito (complemento directo). Fondo común: escribe.

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(17) Juan escribe más que antes.

Términos: ahora (sobrentendido), antes (complemento adverbial de
tiempo). Rasgo comparado: la cantidad escrita o lo escrito. Fondo común:
Juan escribe.

(18) Juan escribe más a su madre que a su novia.

Términos: a su madre, a su novia (complemento indirecto). Rasgo comparado:
la cantidad escrita o lo escrito. Fondo común: Juan escribe.

(19) Juan escribe más que lee.

Términos: escribe, lee (núcleo del predicado). Rasgo comparado: la cantidad
en que se realiza la acción, o la cantidad en que se da el complemento
directo. Fondo común: Juan.

(20) Juan escribe más que cartas.

Términos: algo que no sea cartas, cartas (complemento directo). Rasgo
comparado: lo escrito. Fondo común: Juan escribe.

20 no es una comparación auténtica en el mismo sentido que las frases anteriores. En éstas, se puede sustituir más por menos para convertir las comparaciones de superioridad en comparaciones de inferioridad. Asimismo, se obtienen comparaciones de igualdad, sustituyendo más poruña forma de tanto, y sustituyendo que por como. Nada de eso es posible en 20. Lo que podemos sustituir por más que en 20, es no sólo : Juan escribe no sólo cartas o Juan no escribe sólo cartas. Esta sustitución no es posible, sin más, en ninguno de los ejemplos anteriores. De la misma manera, no . . . más que se puede sustituir por sólo: Juan no escribe más que cartas = Juan escribe sólo cartas, sustitución que no es posible tnJuan no escribe más que María. Si enfocamos el asunto desde un punto de vista semántico, vemos también que no se comparan dos términos en cuanto a un rasgo común en desigual grado. Hay un término conocido: cartas. El término desconocido tiene que sumarse , pero sin compararse con éste. Por lo tanto, la significación de más parece ser aquí la del signo +: Juan escribe más que cartas =Juan escribe x + cartas. En frases negativas, el análisis preferible parece ser éste '.Juan no escribe masque cartas —Juan no escribe nada más que cartas = Juan escribe 0 + cartas, lo cual quiere decir lo mismo que Juan escribe sólo cartas.

2.5. El núcleo de la comparación es un adverbio

El cuantifícador comparativo puede modificar un adverbio. Veamos ahora
unos casos en que la función de la comparación es la de un complemento

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adverbial. Puede considerarse como modal o temporal, lo cual no tiene
importancia para el análisis.

(21) Juan escribe más frecuentemente que María.

Términos: Juan, María (sujeto). Rasgo comparado: grado de frecuencia.
Fondo común: escribe.

(22) Juan escribe más frecuentemente que antes.

Términos: ahora (sobrentendido), antes (complemento adverbial de
tiempo). Rasgo comparado: grado de frecuencia. Fondo común: Juan
escribe.

(23) Juan escribe más frecuentemente asu madre que asu novia.
Términos: a su madre, asu novia (complemento indirecto). Rasgo comparado:
grado de frecuencia. Fondo común: Juan escribe.

(24) Juan escribe cartas más frecuentemente que postales.

Términos: cartas, postaies (complemento directo). Rasgo comparado:
grado de frecuencia. Fondo común: Juan escribe.

(25) Juan escribe más frecuentemente que lee.

Términos: escribe, lee (núcleo del predicado). Rasgo comparado: grado de
frecuencia. Fondo común: Juan.

Vemos que en todos estos ejemplos, el rasgo comparado es el grado de
frecuencia; por lo demás, las frases se parecen estructuralmente a 10,11,
12, 13 y 15, respectivamente.

(26) Juan escribe más frecuentemente que interesantemente.
Términos: frecuentemente, interesantemente (complemento adverbial).
Rasgo comparado: grado. Fondo común: Juan escribe.

El primer término es idéntico al núcleo de la comparación, y como vimos
en 3,9,13 y 14, el rasgo comparado no es más que el grado o la cantidad.

3: Naturaleza de las construcciones comparativas

Al identificar las funciones de que, Emilio Alarcos Llorach3 discute la naturaleza de las construcciones comparativas. Su punto de partida son ocho frases, que a continuación reproduciremos y analizaremos según el esquema aplicado en el apartado anterior.

(27) Pedro es más alto que su padre.

Función de la comparación: predicativo. Términos: Pedro, su padre (sujeto).
Rasgo comparado: grado de altura.

(28) Bebe más vino que agua.



3: Op. cit. cap. XII, apartado 10, p. 204.

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Función de la comparación: complemento directo. Términos: vino, agua
(complemento directo). Rasgo comparado: cantidad. Fondo común: sujeto
bebe.

(29) Ha hecho un retrato menos conseguido que el anterior.

Función de la comparación: determinante del complemento directo. Términos:
un retrato, el anterior (complemento directo). Rasgo comparado:
grado de conseguido. Fondo común: sujeto ha hecho.

(30) Escribe obras más agudas que profundas.

Función de la comparación: determinante del complemento directo. Términos:
agudas, profundas (determinante del complemento directo). Rasgo
comparado: grado. Fondo común: sujeto escribe obras.

(31) Sabía menos que su hermano.

Función de la comparación: complemento directo (también interpretable como complemento adverbial de cantidad). Términos: sujeto callado, su hermano (sujeto). Rasgo comparado: lo sabido o la cantidad sabida. Fondo común: sabía.

(32) No tenía más que sueño.

Función de la comparación: complemento directo. Términos: x, sueño
(complemento directo).

La comparación no es auténtica, porque no . . . más — sólo (véase la
discusión de 20).

(33) Lee más que escribe.

Función de la comparación: complemento directo (o complemento adverbial de cantidad). Términos: lee, escribe (núcleo del predicado). Rasgo comparado: cantidad en que se da el complemento directo (cantidad en que se realiza la acción). Fondo común: sujeto.

(34) Escribe menos que antes.

Función de la comparación: complemento directo (complemento adverbial de cantidad). Términos: ahora (sobrentendido), antes (complemento adverbial de tiempo). Rasgo comparado: lo escrito (la cantidad escrita). Fondo común: sujeto e scribe.

Alare os constata que se puede eliminar el segundo término de la comparación,sin que la estructura esencial de cada oración desaparezca, y luego añade: «Pero igualmente cabe conmutar por cero dejando los términos subsiguientes a /que/: Pedro es su padre, bebe agua, escribe obras profundas,no tenía sueño, etcétera». Esta no es toda la verdad, puesto que no se puede decir: *Ha hecho un retrato el anterior; *Sabía su hermano; *Lee escribe; *Escribe antes. Para que la conmutación pueda hacerse, es

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necesario que el primer término de la comparación coincida con el núcleo de la comparación, lo cual ocurre en 28 y 30. Al eliminarse más vino que y más agudas que, respectivamente, se sigue rindiendo parte de la significaciónde las comparaciones originarias. En cambio, al eliminarse más alto que en 27 , cambia completamente la significación.El poseedor a que se refería su en la comparación originaria, era - o podía ser - el sujeto Pedro, mientras que en Pedro es su padre es semánticamente imposible- aunque gramaticalmente no-que jw se refiera a Pedro. En este ejemplo, la función de la comparación es la de predicativo, mientras que el primer término es sujeto. La razón por la que se puede eliminar más alto que, es la función del verbo ser como signo de igualdad. La conmutación no se puede hacer en Pedro está más cansado que su padre, puesto que no es posible decir *Pedro está su padre.

En 32, como ya hemos señalado, no se trata de una comparación auténtica, puesto que equivale a Tenía sólo sueño. Pero aunque se interpretara como comparación, nos encontraríamos con que ésta tendría la misma función que el término sueño en No tenía sueño.

Como dice Alarcos: «... hay que reconocer que la presencia de /que/ está determinada conjuntamente por la presencia de los dos términos precedente y siguiente», pero no es exacta su afirmación de que estos términos, juntos o aislados, cumplan idéntica función respecto a sus núcleos. Por ejemplo, en 29, el término precedente a que es menos conseguido, que es determinante de retrato; mientras que el término siguiente a que ese!anterior, que, aisladamente, no tiene la misma función que menos conseguido, sino más bien la misma que un retrato. El paralelismo entre que ey, señalado por Alarcos, dista mucho de ser general, y no puedo estar de acuerdo en que la diferencia entre que y la conjunción v estribe «no en su función sintagmática, sino en los valores semánticos de los términos que unen». Existe también una diferencia sintagmática, y es que v coordina, mientras que que subordina.

4: Que o De como partícula comparativa

Otro indicio del carácter subordinado de la segunda parte de la comparación se ve en el hecho de que a veces ésta vaya encabezada por la preposición de. No me refiero aquí al uso de de ante numerales, caso en que no se trata de una comparación entre dos términos. El significado de más y menos en esas construcciones se parece al de los signos + y -f-, respectivamente: Tengo más de 100pesetas = Tengo 100pesetas + x. Tengo menos de 100 pesetas = Tengo 100 pesetas + x.

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4.1. Presentación de casos

Hay otros casos en que el término subordinado de la comparación va encabezado por de. Las gramáticas suelen decir que si el primer término contiene un sustantivo, adjetivo o adverbio, y el segundo contiene un verbo, éste va encabezado por de + artículo + que. Una gramática para extranjeros, escogida al azar4 trae estos ejemplos: «He gastado más /de ¡o/ que debía; El piso parecía más grande ¡de loi que era; Esto exigiría más recursos ¡de los/ que tengo». También menciona los siguientes ejemplos sin verbo en el término subordinado: «Has comprado más tela de (que) la necesaria; No dice más palabras de (que) las necesarias; Nos hemos entretenido más de lo debido».

Pero esta especificación de las condiciones en que aparece de y no que, no es lo suficientemente precisa. En un libro de ejercicios para extranjeross encontramos el siguiente ejercicio (subrayo las soluciones correctas, tal como las da la Clave):

1. He comprado muchos menos libros de los que necesito.

2. Lo que me ofrecen es mâs del doble de lo que gano ahora.

3. Su padre dejô al morir mucho mâs dinero del que sospechâbamos.

4. Le dispensan menos atenciôn de la que merece.

5. Asistieron a la réunion muchos mâs de los que se esperaban.

6. Este traje te durarâ mâs que el que compraste las Navidades pasadas.

7. El estudio requeria mâs dedicaciôn de lo que crefamos.

8. Hablaba inglés mucho peor de lo que nos habïa dicho.

De nuestro examen excluimos la segunda frase, en la que la relación entre
el sustantivo doble y el determinante de lo que gano ahora se interpreta
mejor como una relación genitiva.

4.2. Notas aclaratorias

Si comparamos las frases 5 y 6 del párrafo anterior, notamos a primera vista una gran semejanza estructual: El núcleo de la comparación es 0, y el término subordinado contiene un verbo. No obstante, el término subordinadode 5 se introduce por de, mientras que el de 6 se introduce porque. El verbo del término subordinado está siempre en una oración relativa, y



4: Bejarano - Jòrnving: Spansk Grammatik, Uppsala 1967, p. 279.

5: Fente, Fernández y Siles: Curso intensivo de Español, Ejercicios prácticos, Nivel intermedio v superior. Quinta edición, Madrid 1973, p. 120, y la Clave del mismo, tercera edición, Madrid 1974, p. 21.

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en el análisis que daremos en el párrafo siguiente, señalaremos también el
antecedente del pronombre relativo.

Antes de pasar al análisis, recordamos que a veces el pronombre relativo subordina una oración que, a su vez, contiene otra oración subordinada, en la cual el pronombre relativo desempeña una función. Por ejemplo, en No conozco al señor con quien dices que has discutido el asunto, con quien dices que has discutido el asunto está subordinado a s^ñor mediante el relativo quien. En esta oración, el verbo principal es dices, y su complemento directo es la oración que has discutido el asunto con quien, en la que el relativo es término de la preposición con. Su antecedente se encuentra, por así decirlo, no en el nivel inmediatamente superior, sino a dos niveles de distancia en la jerarquía.

4.3. Examen de las oraciones con verbo en el término subordinado

(35) He comprado muchos menos libros de los que necesito.

Función de la comparación: complemento directo. Términos: He comprado,
necesito (núcleo del predicado). Rasgo comparado: cantidad de
libros. Fondo común:yo. Antecedente: libros (núcleo de la comparación).

(36) Su padre dejô al morir mucho mâs dinero del que sospechâbamos.

Función de la comparación: complemento directo. Términos: dejó, sospechábamos (que dejara) (núcleo del predicado). Rasgo comparado: cantidad de dinero. Fondo común: su padre al morir. Antecedente: dinero (núcleo de la comparación).

(37) Le dispensan menos atención de la que merece.

Función de la comparación: complemento directo. Términos: dispensan, merece (núcleo del predicado). Rasgo comparado: cantidad de atención. Fondo común: le, idéntico al sujeto de la oración relativa. Antecedente: atención (núcleo de la comparación).

(38) Asistieron ala reunión muchos más de los que se esperaban.

Función de la comparación: sujeto. Términos: asistieron, se esperaban (núcleo del predicado). Rasgo comparado: cantidad de individuos. Fondo común: a la reunión. Antecedente (callado): individuos o algún sustantivo de igual significación (núcleo de la comparación).

(39) Este traje te durarâ mâs que el que compraste las Navidades
pasadas.

Función de la comparación: complemento adverbial de tiempo, interpretabletambién
como complemento directo. Términos: este traje, el (traje)

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que compraste las Navidades pasadas (sujeto). Rasgo comparado: cantidadde
tiempo. Fondo común: te durará. Antecedente: traje (sujeto principal).

(40) El estudio requería más dedicación de lo que creíamos.

Función de la comparación: complemento directo. Términos: requería, creíamos (que requeriría) (núcleo del predicado). Rasgo comparado: cantidad de dedicación. Fondo común: el estudio. Antecedente: problemático. El artículo neutro no puede remitir a un sustantivo, y parece referirse a la cantidad de dedicación, percibida más o menos como los cuantifícadores indefinidos mucho, bastante, poco etc., a los que puede preceder el artículo 10. Sería posible también decir El estudio requería más dedicación de la que creíamos, al igual que en 36: Su padre dejó al morir mucho más dinero del que sospechábamos, y entonces el antecedente sería dedicación. En todo caso, el antecedente es el núcleo de la comparación.

(41) Hablaba inglés mucho peor de lo que nos había dicho.

Función de la comparación: complemento adverbial de modo. Términos: hablaba inglés, nos había dicho (que hablaba inglés) (predicado con complemento directo). Rasgo comparado: grado de bien. (Aquí interpreto peor como menos bien, y no como más mal: Nos había dicho que hablaba inglés bien, y lo hablaba peor = menos bien.) Fondo común: el sujeto. Antecedente: bien (núcleo de la comparación).

En cuanto a la función del pronombre relativo dentro de la oración subordinada, es complemento directo en 35,36,37,39 y 40, es sujeto en 38, y es adverbio modal en4l. (La función adverbial del relativo que es discutible. Alarcos parece admitirla, véase op. cit., cap. XII, apartado 9, y cap. XIV, especialmente apartado 17.) En 36,40 y 41, el pronombre relativo depende de un verbo sobrentendido (dejar, requerir y hablar, respectivamente), que a su vez está subordinado a sospechar, creer y decir, respectivamente.

Cabe una objeción a mi empleo del término antecedente: Las oraciones relativas en todos estos ejemplos están sustantivadas mediante artículo, y por lo tanto, no están subordinadas a ningún antecedente. Pero por eso no dejan de referirse a un sustantivo, aunque éste esté sobrentendido. De la misma manera, en la frase Su vestido favorito es el azul, el adjetivo azul está sustantivado mediante artículo, pero se refiere al sustantivo masculinovestido, y por eso toma el artículo masculino. Lo que llamo antecedentees, pues, el elemento que decide la forma del artículo sustantivador

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de la oración relativa, y que se puede insertar entre el artículo y el pronombre relativo, convirtiéndose en antecedente real: de los libros que necesito, del dinero que sospechábamos, de la atención que merece, de los individuos que se esperaban, que el traje que compraste las Navidades pasadas, de la dedicación que creíamos, de lo bien que nos había dicho.

Si estudiamos los casos anteriores, observamos que lo único decisivo para el empleo de de o que como introductor del término subordinado de la comparación, es la función del antecedente. Si éste es el núcleo de la comparación, se emplea de, en los demás casos, que.

Volviendo a los ejemplos traídos por Bejarano y Jòrnving, vemos lo
siguiente:

(42) He gastado más de lo que debía.

Antecedente: cantidad sin especificar, núcleo de la comparación.

(43) El piso parecía más grande de lo que era.

Antecedente: grande, núcleo de la comparación.

(44) Ello exigiría más recursos de los que tengo.

Antecedente: recursos, núcleo de la comparación.

4.4. Comparaciones de igualdad con verbo en el término subordinado

Antes de seguir adelante, parece oportuno sustituir las comparaciones estudiadas en el párrafo anterior por comparaciones de igualdad. Obtendremos las frases siguientes: He comprado tantos libros como necesito; Su padre dejó al morir tanto dinero como sospechábamos; Le dispensan tanta atención como merece; Asistieron a la reunión tantos como se esperaban; Este traje te durará tanto como el que compraste las Navidades pasadas; El estudio requería tanta dedicación como creíamos; Hablaba inglés tan bien (mal) como nos había dicho; He gastado tanto como debía; El piso parecía tan grande como era; Ello exigiría tantos recursos como tengo.

Observamos que de + artículo + que se sustituye por como, mientras que que + artículo + que se sustituye por como + artículo + que. En el primer caso, como parece combinar las funciones de subordinante comparativo y de subordinante relativo, mientras en el segundo, su única función parece ser la de introducir el término subordinado de la comparación de igualdad6.



6: El análisis de algunas oraciones subordinadas por como y según, ofrece problemas interesantes. En Como dice ¡aprensa, hay que tomar medidas, el complemento directo de dice es, semánticamente, toda la oración principal, pero no deja referencia alguna en la subordinada, a no ser que esta función se encuentre absorbida en como. Sin embargo, si invertimos el orden de las oraciones, podemos insertar un lo indicador del complemento directo: Hay que tomar medidas, como (lo) dice la prensa. En cambio, si hacemos lo mismo con la subordinada antepuesta, la significación de ésta pasa de modal a causal: Como lo dice la prensa, hay que tomar medidas. Pero un estudio de estos problemas excede con mucho el marco de este trabajo.

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4.5. Examen de las oraciones sin verbo en el término subordinado

(45) Has comprado más tela de la necesaria.

Función de la comparación: complemento directo. Términos: problemático. Semánticamente son la tela que has comprado y la tela necesaria. Entonces habría que transformar la oración a una estructura atributiva: La tela que has comprado es más de ¿o que?) la necesaria. La función de la comparación sería la de predicativo, la del primer término sería la de sujeto, y el rasgo comparado, la cantidad. Sin embargo, para solucionar el problema de una manera satisfactoria, parece más apropiado tomar como punto de partida la estructura del término subordinado. Es un adjetivo sustantivado, y el elemento que decide la forma del artículo (tela) es el núcleo de la comparación. Nos encontramos, pues, con una estructura semejante a la de las otras frases en que el término subordinado de la comparación se introduce por de, con la diferencia de que en vez de una oración relativa sustantivada tenemos aquí un adjetivo sustantivado, lo que funcionalmente es lo mismo. Has comprado más tela de la necesaria equivale a Has comprado más tela de la que se necesita, frase en que los términos son has comprado y se necesita (sujeto y núcleo del predicado), el rasgo comparado es la cantidad de tela, yel antecedente es tela, núcleo de la comparación.

En los casos de adjetivo sustantivado que se refiere al núcleo de la comparación, la sustitución por una comparación de igualdad es difícil. No parece aceptable la frase *Has comprado tanta tela como la necesaria. Sin profundizar en la materia, podemos constatar, pues, que como difícilmente es compatible con términos subordinados de comparaciones cuando éstos contienen un adjetivo sustantivado referente al núcleo de la comparación.

(46) No dice mas palabras de las necesarias =No dice mâs palabras
de las que se necesitan.

Función de la comparación: complemento directo. Términos: no dice, se
necesitan (sujeto y núcleo del predicado). Rasgo comparado: cantidad de



6: El análisis de algunas oraciones subordinadas por como y según, ofrece problemas interesantes. En Como dice ¡aprensa, hay que tomar medidas, el complemento directo de dice es, semánticamente, toda la oración principal, pero no deja referencia alguna en la subordinada, a no ser que esta función se encuentre absorbida en como. Sin embargo, si invertimos el orden de las oraciones, podemos insertar un lo indicador del complemento directo: Hay que tomar medidas, como (lo) dice la prensa. En cambio, si hacemos lo mismo con la subordinada antepuesta, la significación de ésta pasa de modal a causal: Como lo dice la prensa, hay que tomar medidas. Pero un estudio de estos problemas excede con mucho el marco de este trabajo.

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palabras. Antecedente: palabras (núcleo de la comparación). Sustitución por comparación de igualdad: difícil. Apenas es aceptable la frase *No dice tantas palabras como las necesarias, pero sí lo es No dice tantas palabras como se necesitan.

(47) Nos hemos entretenido mas de lo debido = Nos hemos entretenido
mâs de lo que debiamos.

Función de la comparación: complemento adverbial, probablemente de tiempo. Términos: nos hemos entretenido, debíamos (entretenernos) (predicado con complemento directo). Rasgo comparado: cantidad (de tiempo). Fondo común: nosotros. Antecedente: cantidad (de tiempo) (núcleo de la comparación). Sustitución poruña comparación de igualdad: difícil en la frase originaría: *Nos hemos entretenido tanto como lo debido no es correcto, pero silo es Nos hemos entretenido tanto como debíamos.

Recordamos que según la gramática citada, en los casos estudiados en este
párrafo, tanto de como que puede funcionar como introductor del término
subordinado.

4.6. Especificación de las condiciones bajo las que aparece de como introductor del término subordinado de la comparación

El examen precedente nos lleva a formular la siguiente regla: Cuando el término subordinado de una comparación es una oración relativa sustantivada, y el elemento que decide qué forma ha de tener el artículo sustantivador, es el núcleo de la comparación, el término subordinado de la comparación se introduce por de. Cuando el término subordinado es un adjetivo sustantivado, y las demás condiciones son las mismas, el término subordinado puede iniciarse por de o que.

Se podría presentar como contraejemplo la frase: Juan escribe más cartas que las aburridas, en que el término subordinado es un adjetivo sustantivado que se refiere al núcleo de la comparación. Pero aquí no podemos sustituir más por menos. En cambio, sí podemos sustituirlo por otras, y podemos decir Juan escribe no sólo las cartas aburridas. Aunque esto último es más que una sustitución, creo haber dado razones suficientemente convincentes para afirmar que no se trata de una comparación auténtica, sino más bien de un caso paralelo a 20.

4.7. Control

Para probar la validez de esta regla con más detalle, intentaremos convertiren

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tirenoraciones relativas los términos subordinados de las 26 frases estudiadas en el apartado 2. Para que esta transformación sea posible, el término subordinado debe contener algún elemento que se encuentre también en la parte que precede al término subordinado, y que no pertenezcaal fondo común. Este elemento se representará en el término subordinadomediante un pronombre relativo, y en la parte precedente, será lo que hemos llamado antecedente Esta condición puede darse de dos maneras:

A. El elemento pertenece a los términos de la comparación, como en Este traje te durarci más que el traje que compraste las Navidades pasadas. Claro está que se trata de dos trajes distintos, pero los términos tienen en común el signo lingüístico traje. En este caso, según la regla, el término subordinado debería ser introducido por que.

B. El elemento pertenece al rasgo comparado y es, por lo tanto, el núcleo de la comparación, como en Le dispensan menos atención de la atención que merece. En este caso, según la regla, el término subordinado debería ser introducio por de. Como el rasgo comparado siempre es común a los dos términos, este tipo de transformación es siempre posible, en principio. Sin embargo, cuando el primer término coincide con el núcleo de la comparación, la transformación no es posible. La razón es, probablemente, que el primer término tiene la misma función que toda la comparación. Además, el rasgo comparado suele ser la noción de grado o cantidad, no expresada explícitamente más que por el cuantifícador comparativo.

En el examen de las 26 frases, insertaremos ante el pronombre relativo
su antecedente entre paréntesis. A continuación de cada frase, pondremos
A o B, según que la frase se incluya en el grupo A o B, descritos arriba.

1. Pilar es más alta de lo (alto) que es su padre. B

2. Pilar es más alta de lo (alta) que era antes. B

3. Transformación imposible por coincidir el primer término con el
núcleo de la comparación.

4. Juan escribe cartas más aburridas que las (cartas) que escribe María.

Recuérdese que aquí, como en 5,6 y7, los términos son, en realidad,
dos diferentes conjuntos de cartas. También se puede decir:
Juan escribe cartas más aburridas de lo (aburridas) que son las
(cartas) que escribe María. B

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5. Juan escribe cartas más aburridas que las (carias) que escribía antes,
A, o: Juan escribe cartas más aburridas de ¡o (aburridas) que
eran las (cartas) que escribía antes. B.

6. Juan escribe a su novia cartas más aburridas que las (cartas) que
escribe asu madre, A, o: Juan escribe asu novia cartas más aburridas
de lo (aburridas) que son las (cartas) que escribe a su madre. B.

7. Juan escribe a su novia cartas más aburridas que las (cartas) que ella
le escribe a él, A, o: Juan escribe asu novia cartas más aburridas de
lo (aburridas) que son las (cartas) que ella le escribe a él. B.

8. Juan escribe cartas más aburridas de lo (aburrido) que es un tratado
filosófico. B.

9. Transformación imposible por coincidir el primer término con el
núcleo de la comparación.

10. Juan escribe más cartas de las (cartas) que escribe María. B.
11. Juan escribe más cartas de las (cartas) que escribía antes. B.

12. Juan escribe a su madre más cartas de las (cartas) que escribe a su
novia. B.

13. Transformación imposible por coincidir el primer término con el
núcleo de la comparación.

14. Transformación imposible por coincidir el primer término con el
núcleo de la comparación.

15. Juan escribe más cartas de las (cartas) que recibe. B.

16. Juan escribe más (mucho) de lo (mucho) que escribe María. BMucho
representa aquí, lo mismo que en 17,18 y 19, una cantidad indeterminada
neutra, o sea, el rasgo comparado.

17. Juan escribe más (mucho) de lo (mucho) que escribía antes. B.

18. Juan escribe a su madre más (mucho) de lo (mucho) que escribe a su
novia. B.

19. Juan escribe más (mucho) de lo (mucho) que lee. B.
20. No es una comparación auténtica, como hemos visto.

21. Juan escribe más frecuentemente de lo (frecuentemente) que escribe
María. B.

22. Juan escribe más frecuentemente de lo (frecuentemente) que escribía
antes. B.

23. Juan escribe a su madre más frecuentemente de lo (frecuentemente)
que escribe a su novia. B.

24. Juan escribe cartas más frecuentemente de lo (frecuentemente) que
escribe postales. B

25. Juan escribe más frecuentemente de lo (frecuentemente) que lee. B.

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26. Transformación imposible por coincidir el primer término con el
núcleo de la comparación.

Algunas de estas frases son muy poco elegantes, y no las dirá un hispanohablante, pero creo que todas son gramaticalmente aceptables, especialmente en cuanto a la partícula que introduce el término subordinado de la comparación, que es lo que nos importaba examinar.

Otto Prytz

Oslo