Revue Romane, Bind 14 (1979) 1

Réponse à Jergen Schmitt Jensen

Sven Skydsgaard

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En las líneas que siguen voy a intentar aclarar algunos puntos de entre los muchos tratados por
Jorgen Schmitt Jensen en su crítica:

1. Es verdad que la casa ense ve la casa parece ser tanto sujeto (por la concordancia de se ven las casas) como objeto (por la posibilidad dése la ve y el paralelo dése ve al hombre), o dicho de otra manera, ni sujeto ni objeto. Por eso se le llama sujeto medio. La jerarquía de las funciones sintácticas en mi análisis permite especificaciones de una función básica (complemento > complemento atributivo, por ejemplo). Pero la especificación no puede ser paradójica y permitir unsujeto objeto o un objeto sujeto, hay que escoger yel término sujeto medio tiene que ver con la función básica de sujeto. Cuando «decido» que la casa ense ve la casa es sujeto medio es una manera de decir que la estructura de se ve la casa se describe más sencillamente apoyándose en la transformación se ven las casas que en se la ve, se arregla zapatos y se ve al hombre.

2. Me interesa mucho subrayar y por lo tanto defender el papel decisivo que tiene en mi libro el principio de la continuidad de un sintagma (el no admitir sintagmas discontinuos). De no mantener este principio con tanta disciplina, es evidente que mi análisis ofrecería menos información sobre el arreglo sintáctico de los signos. La gramática transformativa generativa produce sus transformaciones a través de varios niveles de representación, mientras que las transformaciones de la gramática transformativa combinatoria se mueven en el mismo nivel de representación como un desciframiento del código comunicativo. Ahora bien, si tenemos aquí dos enfoques gramaticales complementarios considero sumamente importante que la experiencia del desciframiento del código no disimule la división de signos.

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3. El que en mi análisis de la oración castellana con verbo finito no pueda aceptar las construcciones nominales con su definición tradicional, la combinación solidaria (exocéntrica) de dos unidades, tiene que ver con la reducción de las relaciones sintácticas a una sola relación básica: la subordinación. Al evaluar los pros y contras de esta reducción hay que tener en cuenta la simplificación que supone contar con una sola relación sintáctica como punto de partida.

4. Si los morfemas de infinitivo, gerundio y participio se consideran flexivos (y no derivativos) es necesario darles una categoría de la que participe al mismo tiempo el verbo finito (cf. Knud Togeby: Structure immanente de la langue française, p. 224). Los sincretismos en el paradigma verbal no deben asustar, porque postular una categoría sincretizada (el modo del infinitivo, por ejemplo) no es otra cosa que postular la compatibilidad general de la forma sincretizada con unidades que regirían un miembro específico de la categoría en la forma no sincretizada (quiero venir y sabe trabajar, pero quiero que vengan >< sabe que trabajan). Puede que el gerundio sea incompatible con complementos temporales que pidan el aspecto perfectivo y entonces el gerundio no tiene la categoría de aspecto sincretizada sino en forma defectiva, siempre con el aspecto imperfectivo.

5. El significado aspectual de hacer es muy difícil de captar aisladamente, porque se trata del proverbo por excelencia del castellano. Admito, por consiguiente, que la preferencia estadística de la raíz verbal respecto de uno de los aspectos no dice mucho en el caso de hacer, pero me parece que otro ejemplo en contra de la intuición semántica hubiera sido mejor. También es verdad que el significado aspectual de una raíz verbal (la figura aspectual) no es sino el comienzo de la descripción del contenido aspectual global de una frase o de un texto. Pero esta figura, por difícil de fijar que sea, pertenece al juego combinatorio del resultado semántico total. Y en este proceso mantengo que la afinidad semántica entre la figura aspectual de la raíz verbal y un flexivo de aspecto se refleja en la preferencia por uno de los dos aspectos, es decir, el aspecto no marcado de una raíz verbal dada. Me he servido de este indicio para poder entrar en materia y ponerme en condiciones de explicar, luego, la reveladora diferencia entre pudo escapar y podía escapar, por ejemplo.

Copenhague